lunes, 30 de diciembre de 2013

Llamas de Destrucción

Una época de felicidad y compartir, llego por fin diciembre en la cual las familias del caserío Fausta Lamista, ubicado en la provincia de Bellavista, departamento de San Martín, decoran sus viviendas con los adornos de colores: dorado, verde y rojo, con toques de brillo que llegan hacer las luces navideñas, esto es el espíritu navideño de estas familias.

Con alegría y entusiasmo los niños de esta localidad esperan que sea el 24 de diciembre a la 12 a.m. para poder ir a sus árboles y obtener los regalos que dio el niño Jesús a sus familias, en especial el niño Juan, que se había esforzado en portarse bien todo el año  y esmerado en sacar buenas notas en su escuela esperando ser recompensado este día maravilloso que es el 25 de Diciembre por el Nacimiento del Niño Dios,  pero nadie  esperaba de lo que ocurriría antes de esta fiesta; por la causa de un toma corriente y el material endeble que están hechos las casas  se provocó un corto circuito creándose un gran incendio.

Familias corren desesperados sacando primero a sus pequeños niños dándoles protección y alejándolos del fuego, pero mientras llegan a ser eso, las llamas van creciendo más y más, sofocándolos volviéndose un incendio de grandes proporciones que invadía muchas casas de estas familias, ellos piden ayuda llamando a los bomberos para apagar el incendio y salvar algo de sus casas, algunos enseres, ropitas de sus hijos, pero ya todo estaba destruido,  los bomberos llegan puntuales pero por la dificultad del lugar y la escases del agua los hombres de rojo tuvieron problemas para poder apagar el incendio.

Con la dificultad del agua y el material de construcción de las casas, los bomberos se esforzaban en apagar las lenguas de fuego que ya está avanzando casa por casa destruyendo todo a su paso, incluyendo los sueños de las familias que habitaban en estas estructuras de poca resistencia.

Con el apoyo de la población por la desesperación por proteger su casas, y el arduo esfuerzo de los bomberos llegaron a vencer el incendio, apagándolo completamente pero 13 viviendas no pudieron ser rescatados y quedaron calcinados por las llamas, esto destruyo los corazones de las familias que habitaban en estas viviendas y sobre todo el corazón de los niños que esperaban la navidad y los regalos que el niño Jesús les daría en estas fechas. El Pequeño Juan, cuya casa estaba destruida totalmente donde se apreciaba sus regalos quemados, quedó llorando desconsoladamente.

Autor: Gianfranco Morales Palacios.
Ciclo: IV
Curso: Literatura Latinoamericana.

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